jueves, 10 de febrero de 2011
El Chu Chu
Extraído de EL NACIONAL.
Este es uno de los dos trenes turísticos que recorren a diario más de 30 lugares históricos la Ciudad Colonial repletos de turistas y dominicanos que pagan 12 dólares y 250 pesos por recorrido. Unas 25 azafatas, debidamente entrenadas, que dominan tres y más idiomas acompañan a los usuarios del Chu Chu Tren. Foto Jorge González.
Como en las ciudades europeas, miles de turistas y dominicanos recorren a diario los lugares históricos de la Ciudad Colonial en dos trenes de dos vagones cada uno, donde reviven los episodios más trascendentales de esa época de la vida nacional.
Los recorridos se inician a las 9:00 de la mañana en la calle Isabel La Católica y concluyen a las 5:00 de la tarde en el mismo lugar. Cada uno tiene una duración de 35 minutos.
El tour incluye la Catedral Primada de Américana, el parque Colón, las Ruinas de San Francisco, la Casa del Tostado, el Panteón Nacional y la casa de Nicolás de Ovando.
También, el Museo de las Casas Reales, el Reloj del Sol, la Plaza España, la iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, la iglesia Regina de Angelorum y más de 30 lugares históricos de la zona colonial.
Los trenes son operados por la empresa Chu Chu Colonial, propiedad de inversionistas canadienses y franceses.
Se trata de un proyecto turístico cultural que facilita el recorrido de los visitantes, extranjeros y nacionales, por los puntos de mayor importancia histórica de esa zona.
El Chu-Chu-Tren, como se le conoce popularmente, causa sorpresa y admiración a su paso por las calles Restauración, Las Mercedes, La Atarazana, Arzobispo Meriño, Vicente Celestino Duarte, Las Damas, Duarte, Hostos, Padre Billini, Las Mercedes y Sánchez.
Cada tren, de una longitud de 5.32 metros, tiene capacidad para 64 personas, informó Natanael Jakouloff, gerente general del proyecto.
La locomotora que los arrastra mide 3.51 metros.
Los turistas extranjeros pagan 12 dólares por el servicio y los dominicanos 250 pesos si son adultos o 150 los niños menores de 12 años.
Unas 25 azafatas, debidamente entrenadas, que dominan tres y más idiomas acompañan a los usuarios del Chu-Chu-Tren.
Cada vez que el tren llega a un lugar histórico, las azafatas se encargan de comunicarles los datos relativos a éste.
“Todas están entrenadas para trabajar con turistas y asisten a los pasajeros en todos los aspectos, desde ayudarlos a sentarse hasta mostrarles los lugares históricos”, afirmó akouloff.
El ingeniero Andrés Martínez, director de Tránsito y Movilidad Urbana del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), expidió los permisos correspondientes a los operadores del proyecto.
El contrato tiene una extensión de cinco años.
Antes de someter el proyecto a la aprobación del Ayuntamiento, sus operadores consultaron sobre la factibilidad del mismo con el cardenal Nicolás de Jésús López Rodríguez y los ministerios de Cultura y Turismo.
El ADN advirtió que supervisará constantemente las operaciones del ChuChu-Tren para percatarse de que cumple con las especificaciones de la Ley 241 sobre Tránsito de Vehículo de Motor.
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