Hipólito Romero.
Hato Mayor. Pese a los grandes esfuerzos que realiza el Ministerio de Medio Ambiente, en esta provincia, los pescadores de jaiba no descansan en su afán por atrapar a las especies que están vedadas durante varios meses del año.
El kilómetro 15 de la carretera Hato Mayor-Sabana de la Mar, es uno de los puntos mas críticos en la captura de los crustáceos, donde muchos padres desaprensivos cometen la osadía de agarrar las especies y poner a sus vástagos a venderlos, como el caso de la señora Clara María Mercedes, quien fue apresada por el Director Provincial del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ingeniero Miguel Laureano, luego de detener a un menor que vendía las jaibas, dizque con el propósito de comprarle cuadernos al menor.
La dama, tuvo que soltar los acuíferos en el río Guamira y posteriormente, pagar una sanción a través del ministerio publico en Hato Mayor, por los daños cometidos.
Recientemente, se publicó una información en un medio Nacional, que decía que los hatomayorenses utilizaban la pesca de jaiba, para resolver problemas económicos sin que las autoridades de Medio Ambiente hicieran nada para la solución al problema.
Sin embargo, a diario son apresados diversos infractores como este caso y sometidos a la justicia por la practica, aunque los desaprensivos no cesan en su accionar de extraer los crustáceos.
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