Dolfi Peláez no disimuló ayer su decepción con el Ministerio Público. La acusada dijo al tribunal, después de oír las acusaciones en su contra, que se siente maltratada por la justicia y que los bienes que posee son fruto del trabajo de toda su vida.
La imputada Adolfina Revecca (Dolfi) Peláez Frappier declaró a la jueza Claribel Nivar Arias que se siente maltratada por la justicia y que los bienes que posee son fruto del trabajo de toda su vida.
En tanto, el acusado Juan José Fernández Ibarra negó que estuviera vinculado al presunto narcotraficante José David Figueroa Agosto, a quien dijo que conoció como Cristian Almonte y le vendió tres yipetas entre el 2007 y el 2009 en calidad de intermediario de una compañía.
Mientras que José Rafael Ariza, abogado de Mary Peláez Frappier solicitó a la jueza la exclusión de las pruebas testimoniales del Ministerio Público, por carecer de legalidad.
Peláez Frappier, enojada, proclamó su inocencia cuando los fiscales exhibían las pruebas en su contra. Dijo que está sorprendida de los cargos por ser inocente. Expresó que trabaja desde pequeña como se lo enseñó su padre, el fenecido Milton Peláez.
Dijo que se siente burlada por pensar que los organismos del Estado iban a buscar a los culpables. “Yo no tengo nada que ver con eso”. Manifestó que se siente perseguida de la justicia.
Fernández Ibarra. Rechazó que estuviera a su nombre la yipeta que Figueroa Agosto tenía el día de su fuga, el 4 de septiembre del 2009.
Sostuvo que no tiene nada que ver con Figueroa Agosto y que no estaba a su nombre, sino de la compañía importadora, la yipeta Gran Cherokee, negra, año 2008, abandonada por el prófugo. Denunció que fue en noviembre del 2009 cuando la yipeta aparece a nombre suyo.
Reveló que fue quien entregó los documentos originales de la yipeta al coronel Julio César Sufront de la DNCD, a quien acusa de citarla cuatro veces sin decirle que la investigaba.
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